La psoriasis es una enfermedad crónica, determinada genéticamente, caracterizada por sucesivos brotes de placas eritematoescamosas en las superficies extensoras de la piel y piel cabelluda, con artropatía como manifestación extracutánea.
Puede debutar a cualquier edad, aunque cuando existen antecedentes familiares aparece de forma más temprana. Existen dos picos de incidencia: a los 16-22 años y a los 57-60 años, sin diferencia entre sexos.
La lesión característica es una placa eritematosa, de bordes bien definidos y superficie irregular descamativa, se disponen simétricamente en superficies extensoras, como los codos, rodillas, además de otras áreas como abdomen y sacro.
Existen diferentes formas clínicas: Psoriasis vulgar, en gotas, invertida, palmoplantar, ungueal, pustulosa. Por lo que, la presentación clínica es diferente y el tratamiento se tiene que individualizar.
En ocasiones, una biopsia es necesaria para confirmar el diagnóstico clínico.